La transferencia familiar no depende solamente de la situación de análisis familiar, ella pre- existe al encuentro entre la familia y el analista; sin embargo la particularidad del dispositivo de la terapia familiar (presencia de las diferentes generaciones, libre asociación, verbal o preverbal y la abstinencia) revela y permite que aparezcan y se puedan observar las formas de organización fantasmática y las defensas que determinan el sufrimiento en los vínculos familiares. Es decir que la creación de un espacio de sostén onírico grupal, de un encuadre continente, permitirá mentalizar las angustias primitivas recibidas en bruto y como herencia por la familia.
La fundación del espacio de terapia familiar permite actualizar y crear nuevas alianzas inconscientes y pactos entre la familia o el equipo de analistas, un nuevo contrato narcisista para establecer un espacio intermediario que facilite la subjetivación y la autonomía de cada uno de los miembros de la familia.
E. Pichon Rivière xe «Pichon Rivière E.» (1970) decía que el grupo familiar pone al analista en la omnipotencia de la impotencia. Pero la transferencia no sería solamente expresión de la resistencia, de la repetición, sino al mismo tiempo, es proyectiva y tentativa de transformación.xe «transfert»
La escucha grupal de la familia sitúa el trabajo terapéutico como un campo de ligazón, de regresión y de progresión en el encuentro entre la familia y el equipo de analistas. El nuevo encuentro provoca efectos en el conjunto, considerado como “neo – grupo” terapéutico. Yo prefiero usar la palabra inter-transferencia aún cuando haya un solo analista, porque el trabajo con las familias moviliza sobre todo nuestro propio grupo interno familiar y nuestros grupos de pertenencia institucional; si bien el efecto de la presencia de varios analistas permite trabajar aspectos diferentes del campo transfero- intertransferencial. (R. Kaës, 1976)
La inter – transferencia podría ser un obstáculo, o una herramienta de trabajo, o bien un campo de observación activo del proceso de terapia familiar.
El campo de observación transfero-inter-transferencial de la terapia familiar está constituido por un dispositivo espacio-temporal de sesiones y de post-sesiones. Nuestro dispositivo (grupo de la Asociación para el Desarrollo del Cuidado Psicoanalítico Familiar en Lyon) supone una frecuencia por quincena, una duración de sesión de una hora y de dos momentos de pre-sesión y post-sesión para analizar la inter – transferencia.
Nosotros consideramos el campo transfero-inter-transferencial como un espacio asimétrico, pero analista y familia construirán un encuadre que creará un espacio onírico compartido dando sentido a las pruebas y vivencias familiares. El campo sería el escenario actual, planos de expresión de las modalidades patológicas del vínculo re-actualizadas en el encuentro.
La difracción del campo transfero-intertransferencial
El encuadre de Terapia Familiar, como no proceso (Bleger,1967) permitiría particularmente la emergencia de fantasmas y de defensas pre-edípicas, y movilizaría así la difracción de los diferentes movimientos transfero-intertransferenciales. La difracción sería un mecanismo de defensa inverso a la condensación, que permite presentar los diferentes aspectos del Yo de cada miembro del grupo familiar en el espacio de la sesión de la terapia. Reformulo aquí la noción introducida por R. Kaës (1993). Esta difracción de la transferencia sería el resultado de aspectos de la transmisiónxe «transmission» trans-generacional no-transformada, particularmente señalada en el análisis de la inter- transferenciaxe «transmission» de los equipos y sobre el meta-encuadre institucional.
La difracciónxe «diffraction» de la transferencia se realiza al principio sobre el continentexe «transfert» (dispositivo terapéutico). El continente terapéutico permite acoger las contribuciones anónimas de los nudos transgeneracionales.
Extiendo el concepto introducido por A. Béjarano (1975) y A. Eiguer (1986) para situarlo como su mecanismo operante a todo lo largo de la terapia.
Así la difracción se manifiestacomo:
– Transferencia-intertransferencia xe «transférentiels:centraux» central entre el analista y el encuadre. La transferencia sobre el analista o el equipo en el momento de la fundación de la terapia. A este propósito, E. Granjon (1989) señala que el analista o el equipo (cuando se trabaja con varios)serán los ancestros fundadores de este neo-grupo; ellos ofrecen una nueva filiación en sus alianzas con sus propios ancestros y grupos de pertenencia profesionales.
– Transferencia-intertransferencia lateral: es decir del vínculo parento – filial y del vínculo fraternal en su dimensión inter y generacional.
– Transferencia-intertransferencia xe «transférentiels:latéraux»del grupd familiar como objeto de investidura libidinal,
– Y como transferencia-intertransferencia entre el mundo exterior constituido por la familia ampliada o por la familia política.
Los vínculos familiares
Defino los vínculos familiares como las estructuras de relación en las cuales el sujeto comparte los fantasmas que les asignan los lugares. La familia es un grupo que se caracteriza por los vínculos de filiación horizontal o intergeneracional y transversal o transgeneracional; con las configuraciones particulares, vinculo de alianza, vínculo filial y vínculo fraternal.
Los conjuntos complejos (fantasmas y defensas) movilizados en los procesos de la Terapia Familiar corresponden a la etapa pre-edípica y determinan diferentes formas de transferencia e intertransferencia.
Las formas transfero-inter-transferenciales
Diferencio entonces tres tipos de transferencia – intertransferencia que serían la actualización intergeneracional de los elementos transgeneracionales.
Primero, una transferencia transgeneracional precoz. Con tres modalidades: la transferencia de autoengendramiento, la transferencia transgeneracional de clonación y la transferencia en mellizos / gemelos.
En segundo lugar, una transferencia de un núcleo central trangeneracional de naturaleza depresiva con dos modalidades: una transferencia transgeneracional disecante – y una transferencia transgeneracional tópica
En tercer lugar una transferencia neurótica que corresponde al complejo de Edipo y que no es específica de la terapia familiar.Abordaré en principio la transferencia precoz.
Las formas de la transferencia-intertransferencia precoz
La transferencia precoz (D. W. Winnicott 1945) corresponde a los aspectos más arcaicos del vínculo transferencial. Winnicott pensaba que el desarrollo emocional primitivo estaba ligado a una función del analista, isomorfa con aquella de los cuidados maternales.En la transferencia precoz, no es el pasado que vuelve al presente, sino más bien es el presente que se transforma en pasado. El fenómeno transferencial tiene aquí una realidad inmediata, lo que obliga al analista a hacer frente, no con su bagaje interpretativo verbal sino con sus actitudes. El desarrollo emocional primitivo es inaccesible a la interpretación; se trata de dejarlo reconstruirse espontáneamente. Aparece como lenguaje de acción, en función de las diferentes configuraciones de los vínculos filial, fraternal o de pareja. Y estas formas figuran en el campo transfero–intertransferencial por las fallas que aparecen frecuentemente como fallas del vínculo intertransferencial en el equipo de analistas familiares.Remarcaré diferentes formas de la transferencia precoz.
Primero, una transferencia-intertransferencial de auto-engendramiento
Nosotros podemos coincidir que para J. P. Racamier (1992), este modo de figuración en el antiedipo es un fantasma/no-fantasma. Éste no tiene la «virtud de ser un escenario» y no tiene la capacidad de articularse con otros fantasmas. Está más cercano a la prueba corporal. Su configuración es la de ser el generador de su propia vida: el auto-engendramiento y su reverso, el auto-desengendramiento.
Introduzco la problemática del auto–engendramiento del cuerpo familiar a través del caso clínico de la familia Simonet, formada por los abuelos, a la vez que el marido y la mujer y los hermanos y hermanas. En esta familia, he puesto de relieve el aspecto transgeneracional del incesto, en esta familia no existe una diferenciación entre el adentro y el afuera, particularmente en la elección del conjunto, ya que Francette, la madre, después de haberse separado de su marido (exterior a la familia) ha incluido a su hermano en el cuidado de lo cotidiano, hecho que coincide cuando ella tiene un nuevo hijo. En efecto, la unión con su marido no pudo durar por causa del tipo de vínculo, en relación con el objeto primordial, vínculo que impide la separación de cada uno de sus grupos de origen.
En la familia Simonetxe «la famille Simonet», el vínculo de alianza no está diferenciado del vínculo de parentalidad, en consecuencia la relación de consanguinidad (hermano –hermana) se superpone con la relación de alianza. Las fratrias son entonces los fundadores de la misma línea. (R. Jaitin, 2006)
En segundo lugar, otra forma sería el fantasma de clonaciónxe «fantasme:de clonage»
Correspondiente a una figuración del vínculo como un doble idéntico de un ancestro reproducido por partenogénesis, estructurado sobre un modelo de vínculo isomórfico. Corresponde a una forma de reproducción donde el sujeto sería un doble ancestral. La clonación es un vínculo automático, robótico que responde a una herencia maldita comandada por los ancestros.
En la relación de pareja, filial y fraternal, el otro puede ser negado y anulado. Uno es entonces el clon del otro, y no un ser diferente de sí.
He subrayado que el fantasma de clonación nos confronta a diferentes formas de organización del vínculo fraternal (R. Jaitin, 2006):
Así cuando una hermana o un hermano son una reencarnación del Ancestro o deviene el guardián del hermano: reencarnar el ancestro o tener a su cargo a su hermano o a su hermana, está en relación con el abandono maternal.
O bien cuando hermanos y hermanas están en un vínculo perverso de ligarse entre ellos para satisfacer el disfrute y el poder de los padres.xe «pouvoir» La fratria deviene entonces el clon de los padres, ella es regulada por los fantasmas de inversión generacional.
En el trabajo intertransferencial, los equipos pueden ser aniquilados en sus capacidades de pensamiento: así, los dogmatismos defensivos hacen que los analistas se ciñan a las líneas fundadoras del psicoanálisis o de la terapia familiar.
En tercer lugar, una transferencia transgeneracional en mellizos/ gemelos
Los fantasmas de gemelitud xe «fantasme:de jumelage»implican un otro sujeto concebido en un vínculo bisexual sincréticoxe «lien fraternel», por lo que los fantasmas de clonaje implican una representación por duplicación.
W. Bion(1958) muestra que el mellizo imaginarioxe «jumeau imaginaire» está allí para impedirle al sujeto nacer, adquirir su libertad y su independencia. La creación del gemelo imaginario traduce una incapacidad de tolerar un objeto que no estaría enteramente bajo su control. El mellizo imaginario tiene entonces la función de negar otra realidad que no sea la suya y la realidad psíquica interna. Así, el mellizo imaginario siendo una parte del sujeto clivado, impide emerger al no -yoxe «le jumeau imaginaire».
Nuestro trabajo onírico de equipo en la investigación de los eslabones faltantes responde a esta transferencia en los mellizos: nosotros somos frecuentemente puestos en el lugar del ideal con el cual se identifica la familia para apropiarse de un Superyo protector y diferenciador. Sin embargo los equipos se arriesgan a quedar fusionados a la familia en un funcionamiento omnipotente. Nosotros abordaremos ahora la segunda categoría
Las formas de la transferencia-intertransferencia central de naturaleza depresiva
1 En principio, la transferencia por el desdoblamiento narcisista
G.Rosolato (1976) ha estudiado la infraestructura de la depresiónxe «infrastructure de la dépression» que implica una herida del Yo ideal en su figuración del doble. Esto reactiva la más arcaica de las angustias, aquella del niño muerto.
Dorotea me viene a consultar a causa de su estado depresivo. Esta mujer es hija única.
La abuela materna ha tenido tres hijos: un hijo y dos hijas. Su hijo mayor ha sido apresado y muerto por los alemanes poco antes de la Liberación cuando Dorotea tenía dos años. Una de las hijas ha muerto de una neumonía al finalizar la guerra (Dorotea tenía 5 años) y la segunda hija (madre de Dorotea) es la única que vive. El abuelo paterno de Dorotea ha fallecido cuando ella tenía 14 años.
Su madre decía siempre “que ella había tenido la oportunidad, ya que su tío había estado allí, porque antes de la Liberación si los militantes estaban ausentes otro miembro de la familia era capturado y muerto”. Y su madre decía también que felizmente él estaba allí, sino sería Dorotea quién habría sido presa. En la ciudad, era frecuente que los niños fueran los designados.
Los destinos de los últimos abuelos de las dos líneas son similares. Ellos mueren jóvenes y sus respectivas mujeres son quienes los reemplazan en sus trabajos.
2 En segundo lugar, la transferencia transgeneracional de la parentalidad muerta
La parentalidad muerta, corresponde a un «duelo blanco» . Es una desinvestidura masiva, radical del niño que deja sus huellas en el inconsciente bajo la forma de agujero psíquico. Yo prolongo aquí la noción de «madre muerta» de A. Green (1980).
Clínicamente nosostros observamos frecuentemente este estado que se caracteriza por la desaparición y la reaparición de los padres en la realidad cotidiana.
Ya he presentado una familia en la cuál los padres son de origen camboyano y eran refugiados políticos en Tailandia, los dos hijos mayores habían nacido allí, mientras que los dos menores habían nacido en Marsella.(R.Jaitin, 1999).
Después de la instalación de los niños en el hogar, los padres aparecían y desaparecían alternativamente. A través de la contra-transferencia y la intertransferencia, los equipos resienten que la desaparición de los padres provoca rabia e impotencia en los niños. La institución intenta adaptar el encuadre a las posibilidades de los padres y acuerda, por ejemplo, enseguida el permiso de visita cada vez que uno de los padres se manifiesta. A pesar de eso, la ruptura del encuadre se repite, puesto que las entrevistas no son pagas. Los niños permanecen entonces en una espera e incertidumbre permanentes.
3 En Tercer lugar, la transferencia transgeneracional disecante
A propósito de mi trabajo con una familia sufriente de anorexia, he propuesto (R.Jaitin,2006) considerar que el vínculo familiar lucha contra dos angustias trans-generacionales «disecantes». Estas angustias rinden cuenta de la experiencia corporal de la disección en la búsqueda por apropiarse de un pasado vivido. El control en el cuerpo sería una tentativa de evitación, de temor de repetición de la experiencia traumática.
En la intertransferencia del equipo, el estado de «vampirización», el sentimiento de estar vacíos nos atraviesa. Nosotros somos dos co-terapeutas. Pero la ausencia puntual de uno de nosotros produce también efectos particulares en el contenido de las sesiones, permitiendo a la familia hacer lazos asociativos fecundos ligados a la historia transgeneracional.
.
4 Para finalizar, en cuarto lugar, una transferencia transgeneracional críptica
Frente al traumatismo, la introyección deja lugar a la incorporación y la cripta ocupa el lugar de lo reprimido. Esta nueva “tópica realista” descripta por Abraham-Torok sería descifrable a partir de los ritmos (del lenguaje y del cuerpo) o de las rimas (en el lenguaje de origen).
Estas formas rítmicas de la transmisión de lo transgeneracional se reactualizan en la transferencia tópica de la terapia familiar y son depositadas en el encuadre. Es la metonimia de las formas las que permitirán el desciframiento a través de la transferencia tópica.(B. Duez, 2000) Esto último es una forma de espacialización de la transferencia y funciona por difracción, la cual es una forma de figuración múltiple de los aspectos del Yo familiar asociando el desplazamiento, la decondensación y la multiplicación de lo semejante.(R. Kaës, 1993)
Nosotros podemos observar las transferencias sucesivas de un paciente con varios analistas en el celebre caso de S.Freud, «El Hombre de los lobos». O el caso de una familia seguida durante más de cinco años por tres equipos de analistas, lo que da cuenta de una adhesividad al encuadre, expresión frecuente de situaciones de incesto fraterno. Una modificación del encuadre debida a la enfermedad de un colega, transforma el encuadre en proceso y permite actualizar las relaciones incestuosas en la familia y en el equipo de analistas.
Especificidad de la intertransferencia en Terapia Familiar Psicoanalítica
Tomaré las categorías de lo amistoso ligado a lo familiar, y de lo no amistoso ligado a lo extraño como figuras metafóricas del movimiento transfero-intertransferencial.
La amistad es un vínculo que, desde el punto de vista psicoanalítico, sería el resultado de dos modalidades de la transferencia: la transferencia de intrusión y la transferencia fraternal. Y en ese sentido, ellas movilizan en los equipos diferentes tipos de contra identificaciones, de apuntalamientos, de complementariedad, de rivalidad o de tiranía.
La amistad sería entonces una forma de alianza inconsciente con los sujetos, que generalmente tienen una proximidad generacional fundada sobre el atractivo de las diferencias y las semejanzas.
La amistad estaría en el origen de la paradoja entre la simetría y la disimetría del campo transfero – intertransferencial
La amistad se manifiesta entonces como una reactualización de la transferencia fraternal, a partir de la figura del intruso. Esta última daría entonces acceso a las huellas de la historia transgeneracional. Lo «fraterno» sería una modalidad de vínculo que apela a lo sensorial y a lo sensual, como formas primarias del amor.
Amigo-enemigo
La transferencia fraternal sitúa al otro en el dominio público, porque él es exterior (extranjero) al vínculo madre – niño. Y los otros son representados como apropiadores – expropiadores.
Ser propietario en la familia significa tener un lugar en la sexuación y en la genealogía. Es así que la transferencia fraternal organiza el vínculo en la categoría de lo político, porque pone la psique a asimilar al intruso como enemigo, como no – Yo y como el amigo del Yo. Por esta desapropiación, el hermano enemigo es entonces ubicado como lo que está en juego de poder, en la esfera política. El hermano en la relación gemelar sería aquél que puede sorprender y traicionar. Último componente de la transferencia amistosa, es que él lleva los secretos. (J.Puget-, L.Wender 1980).
En una doble perspectiva, si el secreto ocupa un lugar en el mundo interno, él daría el derecho a poder pensar(P. Aulagnier, 1976). O bien el secreto podría ser la base de la cripta endopsíquica (S.Tisseron, 1992). Este doble aspecto del secreto atraviesa los vínculos de los equipos y su relación con las instituciones de pertenencia.
El mundo secreto de los equipos permitiría la diferenciación con su institución en sus relaciones generacionales. Pero este universo organizador del espacio psíquico del vínculo está también sometido a la traición y a la confesión. Las alianzas inconscientes con las instituciones como substitutos parentales (en una versión regresiva) y con los vínculos de equipo (en una versión progresiva de subjetivación) atacan frecuentemente la ilusión de la unidad de un equipo de trabajo. Cuando el vínculo familiar está fundado sobre un pacto denegativo radical, sobre el modelo de la cripta, la fraternidad en los equipos se va a atacar porque se reactualizan las cargas tóxicas del vínculo que pertenecen a los acontecimientos traumáticos de la historia familiar.
Los espacios de la amistad en el campo transfero – intertransferencial
El campo transfero-intertransferencial reactualiza en los equipos diferentes tipos de resonancia:
Por una parte, «la amistad íntima», sería un polo endogámico propio de la familia con un componente erótico y tierno, presente en las diferentes configuraciones de los vínculos familiares. Este tipo de amistad se caracteriza por la «fidelidad», vuelta al grupo de pertenencia e implica la posesión del otro. (F.Ulloaxe «Ulloa F.» ,1995).
La amistad íntima en los equipos de analistas sería el efecto de una intertransferencia familiar precoz y podría fácilmente devenir un obstáculo en el trabajo con las familias.
Por otra parte, en el otro polo de la escala se encuentran «los amigos extraños». En este tipo de vínculo, exogámico, prevalecen las diferencias. No se habla la misma lengua. El lenguaje deja de ser un dialecto para referirse a lo universal. Son entonces las diferencias las que unen. La amistad sería así un resultado de la lealtad. Los «amigos extraños» se buscan en la distancia. Hay un espacio vacío, remontable solamente por la palabra o por la correspondencia escrita.
La cuestión de la amistad nos confronta como analistas de familia y de pareja, al problema de los orígenes del «saber» en una doble perspectiva:
– Sea que nosotros nos inscribimos con las familias en una filiación, que nos permite reconocer la tarea común de construcción de un saber más allá de la disimetría y de la diferencia;
– Sea que nosotros nos inscribimos en la lucha de la propiedad y de la fidelidad como detentores de un fantasma de auto – engendramiento.
En esta organización dual de la amistad hay siempre un intruso, y la representación del intruso como doble o como un otro permite situar la amistad en el terreno de lo íntimo, de lo extraño, o de un tercero diferenciador.
Vamos a tratar estas cuestiones a partir de una familia (R.Jaitin, 2006) que ha sido tomada por diferentes grupos de analistas pertenecientes a la misma asociación profesional. Los equipos han re-experimentado así las fallas filiativas y afiliativas de la familia.
La familia Houli ha sido seguida durante más de cinco años por tres equipos de analistas, constituído por un terapeuta principal y dos terapeutas en formación como analistas de familia. El primer equipo estaba constituído por un terapeuta principal hombre y una mujer que partió a su retiro jubilatorio durante el tercer año de terapia. Yo he sucedido a esta mujer para poder insertarme en la asociación francesa de terapia familiar. La idea era que la puesta en lugar del encuadre asegure la continuidad de la línea fundadora de la asociación.
Dos meses después de mi arribo, mi colega cae enfermo. La familia quiere sin embargo continuar la terapia. Refundamos un equipo de terapeutas constituído por tres mujeres (yo misma y dos terapeutas familiares en formación). Cambiamos el lugar y el día de las sesiones y le pedimos a la familia una pequeña participación financiera simbólica. La presencia de la tercera colega, miembro fundador de la asociación donde la terapia había tenido lugar, produce una crisis en el equipo presentada por la adhesión incontestable al modelo institucional.
En relación a la transferencia institucionalxe «transfert:institutionnel», yo había llegado última como terapeuta formadora, pero era de hecho la mayor en años y formación y extraña al origen de la institución.xe «origine»
Diferentes niveles del campo transfero-intertransferencial hechan luz sobre dos aspectos centrales de la historia familiar.
-Uno concerniente a la temporalidadxe «temporalité»:
Por una parte el análisis interminable de esta familia en una relación de adhesividad al encuadre. La adhesividad al encuadre característica de una «relación epiléptica» permitía significar las crisis epilépticas del hijo del padre, el último que había llegado a la familia recompuesta, estando los hijos mayores;
Por otra parte, la familia no parecía establecer una transferencia central diferenciada hacia los equipos de analistas que se sucedían de forma intercambiablexe «transfert». La cuestión de la afiliaciónxe «affiliation» a la filiaciónxe «filiation» deviene central. El sujeto no llega a inscribirse en una filiación y no puede separarse.
El otro aspecto concernia al lugar del dinero en la inter–transferencia y en el vínculo de parejaxe «transfert». El padre, médico en África, estaba obligado a trabajar en tareas secundarias en Francia. La madre era entonces el único sostén económico de sus dos hijos y tomaba a su cargo los hijos de su marido.
La introducción del pago simbólico ha permitido marcar el fin de la terapia. Ello ha podido ser el límite que implica una separación y que introduce la verdadera temporalidad de la ausencia y de la castraciónxe «temporalité».
El dinero modifica el vínculo terapéutico introduciendo las nociones de deuda y de cambio y transforma el vínculo de amistad íntima en vínculo de amistad extraña poniendo la diferenciación. La introducción del dinero ha también tocado los orígenes de la terapia (la filiación) en la relación con el tercer equipo de analistas (affiliation). El dinero entonces trae el doble origen filiativo y cultural en esta familia dificilmente recompuesta donde cada uno había tenido dificultades para recuperar su lugarxe «origine».
Aquí se pone en juego la inter-transferencia de los tres equipos de terapia familiar analítica que han tomado a su cargo esta familia.
Conclusión
La difracción del campo transfero-intertransferencial tiene como objeto de condensación la intertransferencia del grupo de analistas. Ella sería nuestra herramienta privilegiada de escucha, sobre todo cuando deviene un obstáculo en el proceso terapéutico.
El autoengendramiento, el clonaje y el gemelaje son las formas de la transferencia-intertransferencia precoz, que se reconstruyen durante la terapia familiar por los aires de expresión del vínculo arcaico como el lenguaje de acción.
Por otra parte, el desdoblamiento narcisista, la parentalidad muerta, la transferencia disecante y la transferencia críptica nos confrontan a los niveles más o menos regresivos de un núcleo patógeno de naturaleza depresiva que atraviesa el sufrimiento en los vínculos familiares.
La amistad en la intertransferencia de los analistas y su contrapartida la enemistad moviliza la cuestión del poder en los vínculos. Esta dimensión del poder es generalmente puesta de lado en el análisis, creando los paquetes de «secreto» que pueden ser constitutivos de espacios de diferenciación grupal entre los analista y la familia, generacionalmente entre los padres y los hijos, o bien la individuación de los hijos entre ellos. Pero el silencio del «poder» en los vínculos puede también crear sus cavidades tóxicas.
Las diferentes formas de la transferencia precoz o de la transferencia depresiva confrontan frecuentemente las luchas de poder por ocupar un lugar en la genealogía, en la sexuación y en la apertura hacia el otro. Cada línea provoca una violencia fundamental de la cual la filiación tendrá la tarea de dejar atrás las malformaciones de la transmisión entre las generaciones.
Las diferentes resoluciones de la ocupación fantasmática de los lugares en la familia vienen a configurar las formas particulares a los vínculos de amistad entre los analistas. Así los equipos atravesaron tempestades para llegar a una fase que atempere lo demasiado cálido o lo demasiado frío de los vínculos familires.
Traducción del francés de Irma Morosini
_________________
BIBLIOGRAFÍA
Béjarano A. (1975), «Résistance et transfert dans les groupes«, Le Travail Psychanalytique dans les groupes, Paris, Dunod, 68-139.
Bion W. R., (1958), Le jumeau imaginaire», in Réflexions faites, Paris, PUF, 1983.
Bleger J. (1967), Symbiose et ambiguïté, Paris, PUF, 1981.
Duez B.(2000), «La solitud de l’autre et le transfert topique», in Cahier de Psychologie Clinique, 14, 67-85.
EiguerA. (1986), Un divan pour la famille (Du modèle groupal à la thérapie familiale psychanalytique), Paris, Le Centurion, 25-41, 175-187.
Horacio Etchegoyen R. (2005), Fondements de la technique psychanalytique, Paris, Hermann Editeurs; 201-208.
Granjon E. (1989), «Transmissionxe «Transmission» psychique et transferts en thérapie familiale psychanalytique», in Gruppo 5, 47-51980.
Green A. (1980), «La Mère Morte», in Narcissisme de vie, narcissisme de mort, Paris, les Éditions de Minuit, chap. 6, 222-263, 19838.
Jaitin R. (1999), «Parentalité morte et lien fraternel«, Le déracinement, in Le divan familial, Paris, In Press Éditions, 2,123-132.
Jaitin R. (2006), «Anorexie, jeu et agir», in Jeu et créativité, Le divan Familial, Revue de Thérapie familiale psychanalytique, Paris, In Press, 16, 169-181.
Jaaitin R. (2006) Clinique de l’inceste fraternel, Paris, Dunod, Collection Psychothérapies.
Kaës R. (1976),«L’analyse intertransférentielle, fonction alpha et groupe conteneur», in L’évolution psychiatrique, XLI, 2, 109-333-347.
Kaës R. (1993) , Le groupe et le sujet du groupe, éléments pour une théorie psychanalytique de groupe, Paris, Dunod. 163-166.
Pichon Rivière E. , Quiroga A. (1970), «Transferencia y contratransferencia en la situación grupal», in El Proceso Grupal, Bs.As. NuevaVisión, 191-197.
Puget J.-Wender L.(1980), «Los secretos y el secretear», in Psicoanálisis II, 1, 80-97.
Racamier P.C., (1992), Le génie des origines. Psychanalyse et psychoses, Paris, Payot.
Rosolato G., (1976), «L’axe narcissique des dépressions», in Nouvelle revue de psychanalyse, 11, 5-33.
Winnicott D. W. (1989), La crainte de l’effondrement et autres situations cliniques, Paris, Gallimard, 2000.
_________________
Resumen
El autor explicita la transferencia-intertransferencia intergeneracional u horizontal y la transferencia-intertransferencia transversal o transgeneracional. Diferentes formas de transferencias e intertransferencias, en particular las transferencias precoces y depresivas recorren las modalidades de intercambio en las familias.
Las formas de amistades entre los analistas son escenarios intertransferenciales que contribuyen a la creación de la mitopoética familiar.
Palabras claves:
Campo transfero – intertransferencial. Precoz – depresivo – amistad.
_________________
Résumé
L’auteur explicite le transfert- intertransfert intergénérationnel ou horizontal et le transfert transversal ou transgénérationnel. Différentes formes de transferts -intertransferts, en particulier les transferts précoces et dépressifs parcourent les modalités particulières d’échange dans les familles.
Les formes des amitiés entre les analystes sont des scénarios intertransférentiels et ils contribuent à la création de la mythopoïesis familial.
Mots clés:
Champ transféro-intertransférentiel. Précoce – Dépressif – amitiés.
_________________
Rosa Jaitin
Docteur en psychologie clinique. PAST Faculté de Psychologie- Université Paris V
Secrétaire aux affaires internationaux S.F.T.F.P.- Directrice scientifique d’APSYLIEN
24 rue Auguste COMTE – 69002 LYON