Entre el 25 y el 28 de julio del año pasado, se realizó en Padua, Italia, el 5°  Congreso Internacional organizado por la Asociación Internacional de Psicoanálisis de Pareja y Familia. El tema del mismo fue El psicoanalista ante las familias y parejas del siglo XXI: nuevos desafíos técnicos.

La inauguración se llevó a cabo  en el magnífico Palazzo della Ragione, custodiado por el bello caballo en madera de Donatello y los casi trescientos frescos que adornan sus paredes. Contó con la presencia de las autoridades del Congreso (el comité local compuesto por Raffaele Fischetti, Lucia Balello, Fiorenza Milano y Ermanno Margutti, entre otros) y de la AYPCF (encabezado por su presidente Alberto Eiguer), y también con el Sr. F. Zanonato, síndaco de Padua.

A través de diversos paneles, como Nuevos desafíos técnicos, La pareja y la familia en un mundo en cambio, y Hacia nuevas teorías (todos ellos con traducción simultánea en los idiomas oficiales del congreso); y también con distintas mesas redondas relacionadas con el tema convocante, se pudo acceder a las diferentes posturas teóricas frente a los cambios y desafíos que trae aparejado el siglo XXI. Hubo además un variado espectro de trabajos individuales que versaron principalmente sobre temas teóricos – clínicos en los idiomas oficiales del congreso, ellos son el Francés, el Inglés, el Español, y en este caso también el Italiano como el idioma local.

Dentro de las actividades se llevó a cabo también la presentación de la Revista de la AYPCF y el plan de publicaciones de los números siguientes a cargo de sus directores David Benahim (quien no pudo estar presente) y Ezequiel Jaroslavsky. Así mismo asistieron a la presentación Alberto Eiguer (Presidente), miembros del comité de redacción y miembros del comité de lectura, entre ellos Anne Loncan, Pierre Benozhi, Daniela Lucarelli (Secretaria de Publicaciones del Board), Rosa Jaitin, Raffaele Fischetti, Graciela Consoli, y muchos más.

Merece destacarse también el cálido acompañamiento que en todo momento realizó el comité local.

La ciudad de Padua ofreció al visitante lo mejor de sí misma, entre sus tesoros una mención especial para el casi bicentenario café Pedrocchi (imposible dejar de visitarlo), atendido por sus camareros Fabio y Luca quienes brindan todo su conocimiento histórico y el orgullo de trabajar allí, así como también los encargados del museo del mismo café.

Finalmente nos queda el recuerdo de la grata participación en un encuentro de pares de todo el mundo, que cada vez más es un referente indiscutido sobre el tema de la teoría y tratamiento de parejas y familias.