Cuatro jóvenes de Río de Janeiro de clase media, al volver de una discoteca, paran el coche de madrugada delante de una parada de autobús y atacan a una mujer que esperaba su transporte.
Después de la denuncia, son detenidos. ¡El padre de uno de ellos dice estar indignado con la justicia ya que su hijo es un buen niño, va a la facultad, trabaja y lo único que hizo fue pegarle a una prostituta!”
(Folha de São Paulo, agosto de 2007)
La chica, de pelo verde, sale de su casa, unas horas más tarde se junta a un grupo que, delante de testigos, acuchilló hasta la muerte al empleado de una hamburguesería por un trozo de pizza. Detuvieron a la chica y al saberlo su madre se asombró: “¡Imposible! Mi hija solo sale una vez a la semana, con las amiguitas!”
(Folha de São Paulo, 19 de noviembre de 2007)
En Rio de Janeiro, la policía desarticula una banda de ocho traficantes de éxtasis.
Todos, excepto uno, de clase media, habitantes de la zona sur de entre 20 y 30 años y viviendo todavía con los padres. Pero, parece que la vigilancia de los padres era un poco relajada, hasta el punto de que a uno de ellos no le extrañara que su hijo pasara el día hablando por tres móviles al mismo tiempo.
(Folha de São Paulo, 19 de noviembre de 2007)
Esta madrugada detuvieron a tres jóvenes de clase media, en el interior del estado de São Paulo, después de agredir con piedras y palos a un sin techo que dormía en la plaza de la Catedral. “Prefiero que lo detengan, por lo menos así sé donde está y dejo de sufrir”, dijo el padre de uno de los adolescentes, de 17 años, que es abogado.
“Desde que empezó a usar drogas, hace dos años, él cambió. Si no fuera eso, no pegaría a nadie.
No sé qué más hacer. Puse mi hijo en las manos de Dios y de la Justicia. Ya hice lo que podía”; relata la madre de otro adolescente de 16 años.
(Folha de São Paulo, el 15 de diciembre de 2007)
Estos son algunos de los relatos de situaciones o hechos que aparecen con frecuencia en las noticias de los periódicos de las grandes metrópolis brasileñas.
Al analizar el contenido de lo que acabamos de presentar, dos primeras preguntas llaman nuestra atención: ¿Qué ocurre con nuestras familias hoy? Actitudes violentas son tratadas de manera corriente y banal, y forman parte de nuestra cotidianidad. ¿Cómo se establecen los vínculos en ese tipo de red social tan diversificada por factores económicos, culturales y subjetivos que han propiciado la aparición y la repetición de actos violentos?
La respuesta a esas preguntas nos hace reflexionar sobre la eficacia de la utilización de algunos conceptos y referencias teóricas del Psicoanálisis, como manera de auxiliar en la comprensión de esos fenómenos actuales.
Es innegable que la sociedad y la familia sufrieron profundas transformaciones desde la Viena de Freud; sobre todo, con respecto al modelo de la familia patriarcal tradicional donde no había duda sobre el papel de autoridad y de proveedor del hombre/padre, estableciendo en muchos casos, una relación complementaria con la esposa / madre, más sumisa y preocupada en cuidar del hogar. Freud se dedica, en muchos textos, a comprender el “alma femenina” tomando como base la “envidia del pene” y el sentimiento de castración; o sea, el femenino es caracterizado bajo la sombra del hombre o por el negativo del masculino, hasta entonces, predominando en fuerza y poder.
En la sociedad contemporánea, cada vez más, estamos viviendo la antítesis de esas formulaciones de Freud, o sea, verificamos el debilitamiento del masculino y la irrupción de un femenino paradojal, puesto que todavía guarda mucho de la lógica dual comparativa y complementaria anterior, pero amenaza con lo nuevo – la lógica de la diferencia. (Spivacow, 2005). ¿Este sería el nuevo disgregador y disruptivo que nos lleva al caos que vivimos en nuestro día a día?
Hoy, aunque el modelo de familia tradicional sea mucho más amplio, con vertientes de relaciones mucho más complejas, a las que llamamos nuevas configuraciones familiares; todavía hay una gran incidencia de familias brasileñas que siguen el modelo tradicional. Pero, en general, en esas constituciones familiares se nota un fuerte debilitamiento en las funciones parentales (no necesariamente con respecto a la figura del padre, aquí también se incluye la madre). Esto es lo que claramente muestran los recortes de prensa que describimos al comenzar: padres totalmente debilitados con respecto a la tarea de educar y formar sus hijos. La función paterna, de autoridad y obligación de reglas y límites se transfiere a las instituciones (principalmente las judiciales o de manutención de la ley o al propio Estado, que también se muestra ineficaz en el cumplimiento de su función de mantenedor del orden social (“El Gran Padre”, también debilitado).
El recorte que ponemos ahora es un ejemplo del nivel de deterioro en cadena en el que se encuentran ahora la familia, las instituciones y el poder del estado brasileño:
L. 15 años, sus padres incapaces y un tío irresponsable la abandonaron. Vivía por las calles. No es una rea, es una víctima de la pobreza y de la ignorancia. El Estado tenía el deber de salvarla, pero fue su peor verdugo. La echó a las bestias, en una celda (prisión de Pará) llena de hombres. La quemaron, pasó hambre y sufrió violencia sexual. ¿A quién recurrir?
(Folha de São Paulo, 27 de noviembre de 2007)
Freud, en muchos de sus textos, buscó dimensionar la comprensión de la mente humana en la interfase con la construcción cultural y social. En la obra “Tótem y Tabú” (1913), el autor establece un paralelismo, la constitución psíquica individual y su inserción en la vida social y familiar/generacional, a partir del respeto de ciertas reglas comunes (tabúes), que transforman el individuo/instinto en un ser social, a costa de la represión de esos mismos instintos. Él enfatiza que toda la satisfacción del instinto debe ser sacrificada para permitir el surgimiento de la civilización.
En un texto posterior, “El Yo y el Ello” (1923), Freud expone claramente el dinamismo intrapsíquico y su relación con el mundo externo. El autor retoma la idea discutida anteriormente sobre la naturaleza instintual del ser humano, explicitando su composición – instintos sexuales e instinto de muerte (agresividad) – esclareciendo toda la ambivalencia presente en la vida emocional y su interpretación sobre el sentimiento de culpa normal, como resultado de una tensión existente entre el Yo y el Superyo.
Paralelamente, Freud (1921) establece las bases del psicoanálisis de grupo, definiendo el “instinto social”, como aquél que tiene sus raíces y evolución en la familia. En ese trabajo, el autor llama nuestra atención hacia el mecanismo de “sugestión en el grupo”, la obediencia a un líder o idea dominante, la descaracterización de lo individual al afiliarse al grupo, o sea, el surgimiento de la identidad grupal, y el mecanismo de identificación presente en los miembros del grupo. La idea fundamental presentada por el autor, en ese texto, según la cual todo el grupo es una reviviscencia de la horda primitiva, o sea, la presuposición necesaria del amor igual del padre (pág. 158) a todos los hijos, es algo que el individuo busca a lo largo de la vida. Esa es la noción que llevó al desarrollo de las corrientes psicoanalíticasactuales del psicoanálisis vincular argentino, con Berenstein y Puget, y del psicoanálisis de las configuraciones vinculares francés, con Kaës y Eiguer.
La transición del psicoanálisis intrapsíquico al psicoanálisis intersubjetivo, según Pichón Rivière (1980) y Puget y Berenstein (1993, 2004), incluye el individuo en la perspectiva vincular, o mejor dicho, solo existe el YO en el lazo/ vínculo con el OTRO. Ese punto de vista tiene como consecuencia el reconocimiento del sujeto psíquico como un sujeto perteneciente a un grupo, atado a una determinada herencia familiar, en un movimiento espiritual continuo: de la descendencia a la posibilidad de construcción de un nuevo legado, según Kaës (2001). Y todavía según la escuela argentina, Berenstein y Puget (1997) incluyen otro concepto en la construcción de la subjetividad vincular: el espacio psíquico de lo “transubjetivo” que engloba el mundo sociocultural (pág. 12).
Para una comprensión más profunda de esos actos violentos que vienen ocurriendo en la sociedad brasileña, debemos referirnos a la cultura brasileña, con el objetivo de comprender en que bases la subjetividad vincular se construye en nuestra sociedad. Tenemos que recordar que los primeros colonizadores que se instalaron en Brasil tenían el objetivo de explorar la tierra y enriquecerse a cualquier precio. Todo el proceso de inmigración que sucedió fue hecho por familias que venían al país huyendo de situaciones difíciles en sus territorios de origen, buscando también mejores condiciones de vida. La constitución del pueblo brasileño, de sus características, de lo que sería propio y singular de ese grupo se produjo muy lentamente.
En el comienzo del siglo XX, más específicamente en los años 20, surgió el Movimiento Modernista Brasileño que ambicionaba hacer de Brasil una nación con características propias. En esa época, un importante autor de la literatura brasileña, Mario de Andrade, escribió un libro cuyo personaje principal se llama Macunaíma, un héroe sin carácter. En el momento de la publicación del libro se buscaba comprender y discutir el significado de “ser brasileño”. Macunaíma representaba la construcción étnica del pueblo, fruto de distintas razas, negro e indio. Mario de Andrade presentaba la pereza y la falta de carácter como un aspecto del brasileño. Empezaba a denunciar y a explicitar la falta de ética, como un trazo presente entre nosotros.
Años más tarde, en la década de 70, un anuncio con un jugador de fútbol, en los medios de comunicación, vehiculaba la idea que “Lo importante es llevar ventaja en todo”, expresando el deseo de tener éxito en la vida a cualquier precio. “La ley de Gerson”, así pasó a ser conocida esa idea, manifestaba, una vez más, un aspecto presente en la cultura brasileña.
La flexibilidad para encontrar una solución para innumerables situaciones pasó a ser conocida por nosotros como el “jeitinho brasileiro”. Esa expresión tan conocida habla de la versatilidad que un brasileño tiene para solucionar situaciones difíciles en lo cotidiano. Ese “jeitinho brasileiro” presenta aspectos positivos y negativos. El lado positivo de esa capacidad creativa para encontrar soluciones posibilita la supervivencia, adaptación y lucha contra situaciones más adversas. Como aspecto negativo, tenemos la pillería (malandragem), la capacidad de burlar una ley, encontrando un “jeitinho”, sin ser castigado.
De esa manera, se fue constituyendo en el país una mentalidad propia con respecto a las leyes y a los deberes sociales. Informalmente, las personas empezaron a decir que hay leyes que “pegan y que no pegan”, o sea, lo que la gente considera que debe ser seguido y aquello que aparece como algo pasajero, que el poder judicial cambiará en breve. El folklore político brasileño tiene una frase que ilustra bien ese comportamiento: “A los amigos, todo; a los enemigos, la ley.”
Junto con esa cultura de “burlar” las leyes, con el objetivo de llevar ventaja, no podemos dejar de hablar del contexto político de Brasil en esta última mitad de siglo. Nuestro país así como otros países sudamericanos vivieron décadas bajo el régimen político de dictaduras militares, lo que produjo una fuerte “represión en masa”. Las principales formas de expresión cultural del pueblo, como por ejemplo, la literatura, la música y el teatro, brotaban como “sublimaciones” de deseos reprimidos. El Estado dictatorial ejercía todo su poder de control sobre la población, como el “padre castrador”. Y el pueblo oprimido se unía teniendo un ideal común: la búsqueda de la libertad, en una gran ¡“fratría”! Sin embargo, como la familia tradicional patriarcal, el papel o función que cada uno tenía que desempeñar era claro, en el interjuego colectivo.
La imposición autoritaria de la ley fue tan fuerte que acabó, hasta cierto punto, favoreciendo el deseo de burlar las leyes, como el hijo que desafía las reglas impuestas por un padre autoritario, sobre todo en su ausencia. Después de años de dictadura, Brasil vuelve poco a poco a tener una política democrática. El pueblo empieza a tener el coraje de manifestar sus deseos reprimidos y los jóvenes salen a las calles clamando por elecciones presidenciales directas, pero sobre todo para exigir un gobierno democrático, un “padre” capaz de conducir y organizar la política brasileña bajo nuevos paradigmas.
Lo que sucede a lo largo de los años es que la promesa de un “Gran Padre”, un jefe de Estado, capaz de gobernar el país con respeto y credibilidad es destruida a medida que los escándalos políticos y corrupciones son descubiertos, caracterizando un Estado que presenta innumerables fragilidades.
Podríamos comparar ese retorno reciente de la democracia en América Latina con los cambios sucedidos en la familia contemporánea, lo que provocó, según Birman (2007), la constatación de que todos los individuos pueden ser deseantes al mismo tiempo y por toda la vida, y la sensación de libertad sin responsabilidad proclamada por nuestros políticos actuales. Según ese mismo autor, a diferencia del psicoanálisis freudiano que se apoyaba en la represión, la sociedad contemporánea se basa en la inexistencia de fronteras limitadoras, lo que produce nuevas formas de subjetividad donde reina la pobreza de los procesos de simbolización con el consecuente pasaje al acto y la perdida del investimento narcisistico por el otro (pág. 5); la diseminación de las compulsiones, sobre todo las que implican drogas y comida, muy frecuentes hoy en día.
No hay unanimidad entre los autores recientes del psicoanálisis intersubjetivo sobre los cambios ocurridos en el paso del modelo de familia patriarcal tradicional para las nuevas configuraciones familiares de la contemporaneidad y su influencia en la construcción de nuevas formas de subjetividad. Sin embargo, todos reconocen la pérdida de la autoridad parental y el momento de “desorden” que vive la familia actual. Algunos como Birman (2007) van más lejos y definen el presente como un momento de “muerte a los niños”, asociándolo al deseo cada vez más fuerte de los matrimonios de no querer hijos, puesto que ellos molestan e impiden nuestra posibilidad deseante de existir. Los niños pasarían a incomodar nuestra libertad y movilidad, de existir y de desear. (pág.59)
Nuestra Clínica y el propio vivir cotidiano nos pone frente a nuevos paradigmas y valores que guían nuestra sociedad y nuestros gobernantes. Los parámetros tecnológicos de descartabilidad y rapidez alucinante afectan las relaciones interpersonales fragilizándolas (Bauman, 2004) y promoviendo un desamparo colectivo y una banalización de la violencia en todos los niveles de vinculación social. Nuestra sociedad revela una encrucijada entre civilización y barbarie. (Outeiral, 2007).
Eiguer (2007), en una entrevista reciente al Jornal de Psicanálise[1], declara que la familia sigue siendo regida por los mismos principios de autoridad y transmisión (pág. 13); pero, en cada uno de nosotros, la culpa aparece por querer romper con la tradición y comportarse diferente de nuestros padres y antepasados (pág.12). El autor confirma en la Clínica la crisis de autoridad paterna vivida en la actualidad y concluye demostrando que, cuando la familia no tiene el abrigo de la ley, es un terreno propicio para la manifestación de conductas perversas. Continuando con ese razonamiento, él explica todos los tipos de violencia, representantes de ese desequilibrio. Por fin, él afirma que las manipulaciones, el utilitarismo y la depredación son más graves que la violencia, porque son más insidiosos y menos visibles.(pág. 13).
Comprendemos los actos violentos ocurridos en los últimos tiempos, en nuestra sociedad, como frutos de esos cambios vividos no sólo en el campo político-social sino también familiar. En los ejemplos presentados en el comienzo de este estudio, es notoria la falta de una referencia por parte de los padres con respecto a cómo tratar a los hijos. Las nuevas configuraciones familiares abrieron las puertas para distintas formas de vinculación; ya no existe más un modelo único de referencia, un ejemplo a ser seguido, dejando a muchos padres sin parámetros con respecto a donde colocar los límites. Además de la falta de autoridad de las figuras parentales dentro de la familia, percibimos que hay por parte de algunas personas/padres una dificultad para aceptar las leyes sociales. En uno de los ejemplos, “el padre de uno de ellos dice estar indignado con la justicia ya que su hijo es un buen niño, va a la facultad, trabaja y lo único que hizo fue pegarle a una prostituta!”, el propio padre autoriza al hijo a desobedecer las leyes, puesto que no consigue aceptarlas. Niega la actitud delincuencial del hijo, proyectando en el poder judicial su indignación.
Eiguer (2005) nos habla de algunos retratos de la perversión moral que nos hace pensar en los actos violentos de estos jóvenes como un tipo más de perversión moral, que encuentra apoyo en la sociedad y en sus familias de origen. No hay una interdicción ni por parte de los padres ni por la sociedad que frena esos jóvenes. Hay en el imaginario popular un discurso que favorece ese tipo de perversión. La situación es todavía más grave cuando el propio Estado se muestra incompetente en el cumplimiento de su función, o sea, asistimos a una ausencia de interdicción instintual general, el contrario de la tesis freudiana para vivir en sociedad.
Vivimos una época en que los deseos del Ello no son mediados por el Superyo, dando origen a una flaqueza del Yo. La ambivalencia de los sentimientos que proviene de la disputa de fuerzas entre Eros y Muerte es, muchas veces, sustituida por el primitivismo instintual que caracterizaba el inicio des las hordas: muerte al Otro como supervivencia del Yo! Una sociedad caótica no permite que las personas existan plenamente, de la misma manera; la familia en desorden, característica de la actualidad, dificulta la promoción de un ambiente saludable para sus miembros, facilitando la aparición de psicopatologías nuevas que producen un escenario desafiador para todos los participantes – Familia y Estado.
Isabel Cristina Gomes:
Docente libre y Profesora Asociada del Departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicologia de la Universidad de São Paulo; Coordinadora del Laboratorio: Matrimonio y família: clínica y estudios psico-sociales vinculado a IP/USP.
Maria Lucia de Souza Campos Paiva:
Doctoranda del Programa de Postgrado de Psicología Clínica, del Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo. Profesora del curso de Psicología de la Universidad Presbiteriana Mackenzie. Miembro del Laboratorio: Matrimonio y familia: clínica y estudios psicosociales vinculado a IP/USP..

Notas
[1] Jornal de Psicanálise:
Publicación del Instituto de Psicoanálisis de la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis de São Paulo.
[volver]
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Bibliografía
Bauman Z, Amor líquido: sobre a fragilidade dos laços humanos. Traducción de Carlos Alberto Medeiros. Rio de Janeiro: Jorge Zahar, 2004.
Berenstein I.; Puget J. Psicanálise do casal. Porto Alegre: Artes Médicas, 1993.
Berenstein I.; Puget J. (1997) Lo Vincular. Clínica y técnica psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós.
Berenstein I.; Puget J. (2004) Noción de Vínculo. Classe No. 2, Texto disponible por Internet con respecto al curso de Psicoanálisis de Família, Nível I, promovido por Campus Virtual de la APDBA, Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, Buenos Aires. Disponible en el sitio www.apdeba.org. Acceso en 19/10/2004.
Birman J., “Laços e desenlaces na contemporaneidade”. Jornal de Psicanálise – A Família em (Des) ordem, Revista do Instituto de Psicanálise – SBPSP, São Paulo, Vol. 40, N. 72, p. 47- 61, junho/2007.
Eiguer A. (2005) Nouveuax portraits du pervers moral. Dunod, Paris:
Eiguer A. “A família em (des) ordem”. Jornal de Psicanálise – A Família em (Des) ordem, Revista do Instituto de Psicanálise – SBPSP, São Paulo, Vol. 40, N. 72, p. 11- 21, junho/2007.
Freud S. (1912/1913), Totem e Tabu e outros trabalhos. Rio de Janeiro: Imago, 1980, pág.. 13-194. (Edição Standard Brasileira de las Obras Psicológicas Completas de Sigmund Freud, XIII).
Freud S. (1921), Psicologia de Grupo e A Análise do Ego. Rio de Janeiro: Imago, 1980, pág. 89-179. (Edição Standard Brasileira de lasObras Psicológicas Completas de Sigmund Freud, XVIII).
Freud S. (1923) O Ego e o Id. Rio de Janeiro: Imago, 1980, pág. 13-83. (Edição Standard Brasileira das Obras Psicológicas Completas de Sigmund Freud, XIX).
Kaës, R. (20019. Org.). Transmissão da Vida Psíquica entre Gerações. São Paulo: Casa do Psicólogo,
Outeiral, J. (2007) “Famílias e contemporaneidade”. Jornal de Psicanálise – A Família em (Des) ordem, Revista do Instituto de Psicanálise – SBPSP, São Paulo, Vol. 40, N. 72, p. 63- 72, junho/.
Pichon Riviére (1980). Teoría del vínculo., Nueva Visión, Buenos Aires
Spivacow, M A. (2005) Clínica psicoanalítica con parejas: entre la teoría y la intervención. Lugar Editorial, Buenos Aires:
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Resumen
Los medios de comunicación en Brasil relatan situaciones donde los jóvenes, muchas veces de clase media, cometen actos de violencia. La prensa habla de la reacción de los padres de esos jóvenes, demostrando que no tienen ninguna idea de lo que sus hijos hacen, tampoco saben cómo tratar esas situaciones. Algunos padres no expresan ninguna reacción de perplejidad frente a los delitos cometidos por sus hijos.
El objetivo de este estudio es debatir lo que ocurre con las familias hoy, más específicamente en la sociedad brasileña. Actitudes violentas son tratadas como si fueran corrientes y banales y hicieran parte de nuestra cotidianidad, lo que demuestra la fragilidad de las funciones de los padres que transfieren a las instituciones judiciales o al Estado lo que sería de la incumbencia familiar.
Utilizaremos algunos conceptos y referencias teóricas del Psicoanálisis como auxiliar en la comprensión de esos fenómenos actuales, y también algunas características de la historia, cultura y política brasileña. Por fin, examinaremos la idea según la cual la deconstrucción del modelo tradicional de familia con su consecuente ampliación de las configuraciones familiares lleva a la falta de referencia en las funciones parentales. Esa dificultad de los padres para desempeñar su papel de autoridad añadida al contexto sociopolítico vivido en el país favorece la manifestación de esos comportamientos violentos.
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Palabras Clave
Violencia – Familia – Función Parental – Contexto Sociopolítico – Psicoanálisis.
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Résume
Les médias au Brésil montrent souvent des récits de situations où les jeunes, plusieurs fois issus de la classe moyenne, commettent des actes de grande violence. La presse parle de la réaction des parents de ces jeunes et montrent qu’ils n’ont aucune idée de ce que leurs enfants font, ils ne savent pas non plus comment réagir dans de telles situations. Quelques parents ne manifestent aucune réaction de perplexité devant les délits commis par leurs enfants.
L’objectif de cette étude est de proposer un débat autour de ce qui se passe dans les familles aujourd’hui, notamment dans la société brésilienne. Des attitudes violentes sont vues de façon banale et font partie de notre vie quotidienne, ce qui est révélateur de la fragilité des fonctions parentales qui s’en remettent aux institutions judiciaires ou à l’Etat pour régler des affaires qui reviendraient à la famille.
Nous nous servirons, d’une part, de quelques concepts et de quelques références théoriques de la Psychanalyse qui nous aideront à comprendre ces phénomènes d’aujourd’hui, d’autre part, de quelques caractéristiques de l’histoire, de la culture et de la politique brésilienne. Enfin, nous parlerons de l’idée selon laquelle la déconstruction du modèle traditionnel de famille, avec l’élargissement des configurations familiales qui en découle, corrobore l’absence de référence dans les fonctions parentales. Cette difficulté chez les parents de jouer leur rôle d’autorité ainsi que le contexte sociopolitique vécu au Brésil ont permis le surgissement de ces comportements violents.
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Mots Clés
Violence – Famille – Fonctions Parentales – Contexte Sociopolitique – Psychanalyse
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Summary
Brazil’s media has shown many situations in which young people, very often from the middle class, have committed very violent acts. The press has mentioned the reaction of the parents, showing that they have no idea what their children are doing. Additionally they don’t know how to deal with such situations. Some parents express no perplexity in view of their children’s crimes.
The aim of this study is to debate the issue of what is happening to our families today, especially in the Brazilian society. Violent attitudes have been seen as trivial and as part of our daily life. This shows the fragility of the roles played by the parents who put in the hands of legal institutions or of the State what should be solved within the family.
We will use both concepts and theoretical references from Psychoanalysis and a few Brazilian historical, cultural and political characteristics to be able to understand these phenomena. At last, we will examine the idea of deconstruction of the traditional model of family with the resulting lack of reference in the parental functions. These difficulties experienced by the parents in playing their role of authority as well as Brazil’s present social and political context have permitted these phenomena.
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Key Words
Violence – Family – Parental Functions – Social and Political Context – Psychoanalysis
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Resumo
Os meios de comunicação no Brasil têm trazido relatos de situações em que jovens, muitas vezes da classe média, têm cometido atos de muita violência. A impressa tem abordado a reação dos pais desses jovens, demonstrando que eles não têm nenhuma noção do que seus filhos fazem, bem como não sabem como lidar com tais situações. Alguns pais não expressam nenhuma reação de perplexidade frente aos delitos cometidos pelos filhos.
O objetivo deste trabalho é fazer uma discussão a respeito do que está ocorrendo com as famílias hoje, mais precisamente na sociedade brasileira. Atitudes violentas estão sendo tratadas de maneira corriqueira e banal, fazendo parte de nossa cotidianidade, demonstrando a fragilidade das funções parentais que transferem para as instituições judiciárias ou o Estado, o que seria da competência familiar.
Utilizaremos alguns conceitos e referenciais teóricos da Psicanálise, como forma auxiliar na compreensão desses fenômenos atuais, bem como algumas características da história, da cultura e da política brasileira. Por fim, abordaremos a idéia de que a desconstrução do modelo tradicional de família com sua conseqüente ampliação das configurações familiares têm corroborado para a falta de referência nas funções parentais. Essa dificuldade dos pais de exercerem seu papel de autoridade, bem como o contexto sóciopolítico vivido no país, tem favorecido a ocorrência de tais comportamentos violentos.
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Palavras Chave
Violência – Família – Funções Parentais – Contexto sócio-político – Psicanálise.